La
actuación en un principio atrapa, fascina al punto de dejar cosas
importantes de la vida por
hacerlo. Un dicho popular es que el actor es un niño grande, A traves del
tiempo como todo niño crece con
la lenta y penosa adquisicion del oficio que
va acompañada de cierto abandono del entusiasmo y la frescura
inicial . Por eso no debemos
abandonar el nino que tenemos dentro, los grandes del oficio nos dicen que
actor debe conservar de por vida la ingenuidad, frescura y ansiedad
inicial para que con conocimiento tengamos la experiencia profunda de
una liberacion de espiritu en el escenario
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