jueves, 1 de diciembre de 2011

LA RELACION DEL ACTOR CON EL CUERPO

 
Segun Stanislavski el buen actor es el que tiene un control total sobre su cuerpo. 
Dice Peter Brook: "...nadie en el mundo, que yo sepa, nadie desde Stanislavski, ha investigado la naturaleza de la actuación, sus fenómenos, sus significados, la naturaleza y la ciencia de sus poderes mentales, psíquicos y emocionales tan profunda y tan completamente como Grotowski. A su teatro lo llama laboratorio. Lo es. Es un centro de investigación. El control del cuerpo - plantea Stanislavski - no tiene sólo una finalidad, la habilidad física no basta, se necesita que el cuerpo logre hacerse instrumento y portador del tempo-ritmo que es plasticidad en el cuerpo pero no sólo plasticidad del cuerpo". El Actor en el trabajo sobre sí mismo aborda diversos ejercicios que lo invitan a reconocer y confrontar sus limitaciones, iniciando un proceso de apropiación de principios fundamentales para su tarea. En este proceso, lo que habitualmente llamamos técnica, va dejando de ser algo ajeno a él para convertirse en la palanca o herramienta que le da la capacidad de autoprovocarse y ser sujeto de la acción, generando así la proyección, circulación y manejo necesario de la anergía para estar en escena. De esta manera, ya no trabaja sobre los principios en sí, sino que esos principios operan sobre él, abriendo nuevos canales y lugares propios. En la dinámica de este proceso personal, el actor puede encontrarse en el intento de sobrepasar sus limitaciones arribando así a una nueva síntesis y aproximándose a la elaboración de su propia técnica, lo que le permitirá utilizar todo lo que percibe como motivador, impulsor y generador de su acción.

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